El verano es la época de hacer reformas en casa, esta frase no es mía, yo la verdad es que siento “pavor” cada vez que se plantea hacer reformas en casa porque casi siempre acaban convirtiéndose en unapesadilla.

Pero mi marido es de esas personas inquietas que no les asusta coger un martillo y prefieren hacer las cosas ellos mismos que llamar a un profesional.

Así que el 1 de Julio empezamos a poner la casa en forma. Lo primero fue limpiar los canalones y pintar todo el exterior. Después de una semana trabajando y ya que teníamos todo el kit de pintura listo, decidimos pintar dos habitaciones.
Las cosas se fueron complicando y el proyecto se fue alargando

Queríamos también cambiar las ventanas de cristal sencillo por ventanas de cristal dobleprincipalmente para ahorrar energía en invierno, hace mucho frío aquí desde octubre hasta abril.

Llamamos a un profesional. Los hombres que vinieron tardaron una semana en quitar las viejas y poner las nuevas. Se suponía que empezaban a trabajar a las 10 de la mañana y trabajarían hasta las 6 de la tarde pero siempre llegaban entre media y una hora tarde y pocos días se quedaronhasta las 6.

Y para terminar, la cocina, decidimos no cambiar los muebles sino las puertas y los herrajes, no fue nada fácil pero bastante más barato que comprarlos nuevos. Y como ocurre siempre, lo que empezó siendo una obra de 10 días se alargo 15 días más de lo previsto.

El cuarto de baño tendrá que esperar hasta el verano que viene, estamos exhaustos y sin un duro.